ARNICA

Con una elegancia misteriosa y un encanto etéreo, este vestido que juega con el blanco y negro parece sacado de un cuento de amor eterno y aventuras. El encaje barroco que abraza el corsé realza el escote y las mangas tres cuartos, evocando una belleza antigua y cautivadora. La falda de tul plumetti, delicadamente moteada con topos bordados, se despliega en una caída majestuosa, como una bruma acariciando el suelo. Ideal para una novia que busca el equilibrio entre lo auténtico de su esencia y lo romántico de una boda, con una esencia enigmática. La espalda baja y la cola interminable completan un diseño digno de una musa atemporal, que camina entre sombras y susurros.